jueves, 6 de octubre de 2011

El peligro de los microondas

Un amigo mío está de baja por culpa de su microondas. Debería haber imaginado lo peligroso que podía ser el invento, después de todo ni sé las veces que he oído cosas como que si utilizas agua calentada en microondas para regar las plantas éstas se marchitan, que las comidas cambian de sabor al calentarlas en el microondas, incluso hay quien afirma que produce cáncer.

Lo de las plantas puede ser cierto, si alguien es tan estúpido como para regar las plantas sin dejar enfriar el agua. Lo de las comidas también es cierto. No tiene nada que ver una txuleta recién hecha con una recalentada al microondas días después, pero no es cosa del microondas. Lo del cáncer lo descarto, por debajo del ultravioleta la radiación no es capaz de hacer la averías que son necesarias para producir cáncer. Os recomiendo esta charla en Amazings 2011 al respecto.

El accidente de mi colega es más mundano. Puso a calentar una pequeña cantidad de leche para hacerse un cortado 30 segundos en un horno de 800W. AL sacar el vaso observó que bullía ligeramente y se lo acercó a la cara para ver si se había formado nata. En ese preciso momento (como predice la Ley de Murphy, la ley con mayor capacidad predictiva de la pseudociencia) la leche salió disparada contra su cara, el vaso estalló y un rato después estaba en el hospital atendido de quemaduras de primer y segundo grado en cara y manos. ¿Qué le pasó al pobre?

En primer lugar podemos hacer una cuenta muy simple para hacernos una idea de la energía depositada en la leche (dicen que las fórmulas restan lectores, pero yo creo que unas multiplicaciones y divisiones no hacen daño a nadie):

800 Watios * 30 segundos = 24000 Julios de energía en la leche (ya lo sé, estoy despreciando un montón de pérdidas).
24000 Julios / (0,06 kg de leche * 4184 Julios que hacen falta para subir un grado la temperatura de un kg de leche) = 95,60 ºC de aumento de temperatura para la leche (seguramente era menos leche, lo que compensa las pérdidas).

Resumen, 30 segundos era un poco mucho y es normal que la leche estuviera a más de 100ºC.

El agua a más de 100ºC y a presión atmosférica lo habitual es que esté en estado gaseoso, no en estado líquido, pero bajo ciertas condiciones es posible tener agua líquida a más de 100ºC en lo que se conoce como un estado metaestable. No debería estar así pero está, y ahí se queda hasta que cualquier pequeña perturbación (debida por ejemplo al hecho de coger el vaso y acercárselo a la cara para ver si tiene nata) hace que el agua líquida, de repente, pase al estado gaseoso. Como en estado gaseoso el agua ocupa más que en el líquido, el efecto es parecido al que se produce al hincharse el airbag en un coche, todo lo que está alrededor es empujado por la burbuja de gas, en particular la leche a 100ºC que había alrededor. En resumen, mi amigo sufrió una explosión en miniatura causada por un cambio de fase violento de una pequeña masa de leche.

¿Que podemos hacer para evitarlo? Calentar con mesura los líquidos en el microondas y esperar unos segundos antes de sacarlos en el caso de que veamos que están en ebullición. Yo a veces le doy unos golpecitos al vaso con la cucharilla antes de cogerlo, aunque eso no me librará de las quemaduras en las manos.

El tema de los cambios de estado y de las curvas de equilibrio líquido-vapor da mucho juego y otro día os tengo que contar porque se congelan los cartuchos de camping gas cuando se perforan o por qué la olla a presión cocina más rápido, o cómo funciona un frigorífico.

2 comentarios:

  1. A ver si lo entiendo... hierve a traición, cuando más puede fastidiar... ¿seguro que el aura negativa del que observa el líquido no hace que la energía tántrica, que todos sabemos hay en la leche, se mosquee y salte al rostro del no iniciado?

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  2. Lo has entendido perfectamente txindoki. Gracias por proponerme escribir sobre el tema. A ver si hay alguna sugerencia más, la verdad es que motiva.

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